miércoles, 28 de agosto de 2013

Historia de la ciencia

Historia de la ciencia.

En la antigüedad se consideraba que el corazón era, en gran medida, el asiento de las emociones: después de todo, el corazón late de excitación, miedo, ira y otras emociones intensas. Algunos consideraban que era el asiento del alma: las antiguas pinturas de las tumbas egipcias muestran como se comparaba el peso del corazón del difunto con una gran pluma de avestruz. Si el corazón era mas ligero, estaba libre del peso de las impurezas del pecado, y la persona, así como el corazón, irían al mas allá; sin embargo, si el corazón era mas pesado que la pluma, seria devorado por un demonio y la persona seria condenada eternamente.

Representación de una ceremonia funeraria en un papiro del siglo XIII a.e.c. Ilustración del Libro de los muertos. Londres, Museo Británico.

¿Fluye la sangre hacia dentro y hacia fuera como la marea?

En la antigüedad la visión era diferente, como propuso el medico griego Galeno en el siglo II a.C. Galeno observó correctamente que la sangre venosa y arterial son diferentes. Propuso que la sangre venosa se origina en el hígado y la sangre arterial en el corazón y que la sangre se mueve desde esos sitios de producción.

Harvey utilizo las matemáticas y la experimentación científica par demostrar que la sangre podría no ser  producida y consumida como postuló Galeno. En primer lugar, que el número de latidos en un día era de 48000 (aunque la cifra real esta más cerca de 100000) y que el volumen movido con cada latido era de 5ml (en realidad la cifra real está más cerca de los 80ml)

Harvey también diseño cuidadosamente algunos experimentos científicos. Ató un torniquete en la parte superior del brazo lo suficientemente fuerte para detener el flujo sanguíneo en el brazo y observo que el miembro por debajo de la constricción se tomaba pálido y frio. Al liberar el torniquete el brazo se volvía rojo y caliente. Harvey trato de manejar la sangre hacia la mano moviendo su dedo hacia abajo a lo largo de la vena cava, pero fue en vano. Sin embargo, la misma técnica aplicada hacia arriba vaciaba fácilmente la vena de su contenido.

Harvey llegó a al conclusión correcta de que las venas de todas las partes del cuerpo mueven la sangre hacia el corazón y que el corazón la bombea de vuelta. Pero nunca llegó a entender como pasaba la sangre de las arterias a las venas, que es a  través del sistema que hoy conocemos como la amplia red capilar del cuerpo.


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